El entrenador de Junior, el colombo-uruguayo Julio Avelino Comesaña, habló tras la goleada de su equipo 4-1 al Deportivo Independiente Medellín, que los dejó a las puertas de conseguir el octavo título profesional para el equipo de Barranquilla.

Comesaña destacó el cambio de forma de su equipo para el segundo tiempo. Señaló además que no tuvo que dar muchas indicaciones pues sus mismos jugadores se dieron cuenta de cuál era el papel que tenían que asumir en la cancha.

“No mucho. No hablamos, está muy claro el tema, estábamos jugando muy apurados. Queríamos llegar en tres pases, pero en algunos momentos se vio que era lo que teníamos que hacer: Poner la pelota al piso y obligamos a Medellín a retroceder”, explicó.

"Era cuestión de empezar a pensar y no tanto ponerle el alma como estaban haciendo. En el segundo tiempo hicieron otras cosas y fue muy emotivo, donde logramos superar a un rival muy complicado. Logramos una ventaja que no es definitiva, pero en este nivel, es una buena ventaja”, añadió.

Dijo que es importante la ventaja que tienen en este momento de tres tantos, pero que no es de confiarse ante un equipo tan fuerte como el DIM, al tiempo que señaló que más tarde mirarán con calma la vuelta en Medellín, pues ahora solo apuntan a Brasil.

“Era el último partido nuestro en nuestra casa, por eso era importante despedir con una goleada.  Pero ni cinco goles son ventaja, tenemos que salir a jugar como si estuviéramos 1-0. Pero ahora la cabeza la tenemos en Brasil”, justificó.

Finalmente, sobre la dolencia de Teófilo Gutiérrez dijo que no es cuidado y que en Brasil podrá jugar si es necesario, aclarando que ya pagó su fecha de suspensión, por la roja ante Santa Fe.

“Lo de Teófilo no es ningún problema. Era un principio de calambre, pero esta bien. La venda le apretaba un poco”, cerró.

Junior viajará la madrugada de este domingo a Curitiba, en vuelo chárter, donde jugará el miércoles la final de la Copa Sudamericana, ante Atlético Paranaense, la cual va 1-1.